lunes, 2 de abril de 2012

El Tribunal Supremo decide


La vista oral celebrada en el Tribunal Supremo la semana pasada sobre la Affordable Care Act y las informaciones publicadas al respecto nos brinda una mágnifica ocasión para recordar un breve pero interesantísimo artículo titulado Everything you read about the Supreme Court is wrong. Except here, maybe que Tom Goldstein publicó en SCOTUSBLOG (foro indispensable para quien desee estar al día en todo cuanto rodea al Tribunal Supremo de los Estados Unidos) el 30 de junio de 2010. El artículo es una refutación de la tesis común – muy extendida no sólo a nivel de periodistas analistas políticos, sino de profesores universitarios y juristas que suelen transitar con comodidad por estos terrenos- la cual considera la composición actual del Tribunal Supremo como equilibrada entre cuatro conservative justices y cuatro liberal justices, con Anthony Kennedy como swing vote que si bien ideológicamente conservador no duda en ocasiones con alinearse con los magistrados liberales. Quizá el párrafo más significativo del trabajo es aquel en el cual el Goldstein manifiesta “Each of those characterizations of the Court obviously has some support, but in reality each is in significant part a caricature designed to fit certain preconceptions. In a term with roughly ninety decided cases, it is always possible to pick out a few examples to support almost any proposition. But a fair review shows that the Term´s decisions, and the Justices themselves, were a varied and shifting mix”. El autor redacta tales líneas cuanto ya ha finalizado el año judicial (lo que en Estados Unidos se conoce como term, que en el Tribunal Supremo comienza la primera semana de octubre y se extiende hasta finales de junio) y el alto organismo judicial ha publicado todas las sentencias, lo que permite un análisis empírico tomando como criterio los noventa casos decididos en este periodo 2009-2010. Y las cifras son elocuentes: según el autor, aproximadamente la mitad de los casos se decidieron por unanimidad (“nine to zero”), y solamente un diez por ciento de los asuntos salieron adelante con sentencias de cinco votos frente a cuatro alineados según los criterios ideológicos. Pero uno no debe de engañarse cuando contempla una mayoría de cinco votos frente a cuatro porque, según nuestro autor, algunos de estas ajustadas mayorías no responden a criterios ideológicos, sino a concurrencias de lo más diverso, por ejemplo, el caso Dolan v. United States, donde la mayoría de cinco la integran tres liberales (Gisburn, Breyer y Sotomayor) y dos conservadores (Alito y Thomas), frente a la extraña coalición disidente que integra a Stevens, Scalia, Kennedy y Roberts, o el Shady Grove Orthopedic Associates v. Allstate Insurance Co., sentencia elaborada por Antonin Scalia y que conto con el apoyo no sólo de dos conservadores (Roberts y Thomas) sino de de dos liberales (Stevens y Sotomayor).

La tesis del Goldstein es cierta, pero mientras leía su artículo me vino a la memoria el fragmento del documental The Supreme Court: Home to America´s highest Court, elaborado por la cadena C-SPAN (documental interesantísimo y cuyo visionado aconsejamos a todos los juristas, no sólo por los magistrados que intervienen en el mismo –los nueve en activo y los ya retirados O´Connor y Souter- sino porque nos introduce incluso en los despachos de los jueces) donde el chief justice Roberts manifestaba que sólo un diez por ciento de los casos alcanzaba los titulares de los periódicos, dado que gran parte del trabajo comprende derecho penal, fiscal y mercantil, que es puramente técnico. Fijémonos que el porcentaje indicado por Roberts coincide sospechosamente con el que Goldstein establece para los casos que se deciden por mayorías de jueces logradas con base a criterios estrictamente ideológicos. En otras palabras, que es precisamente en los casos de gran trascendencia, los que saltan a los titulares, donde las ideologías suelen hacer acto de presencia. No tiene por qué ser así, pero con frecuencia lo es.

Parece tambien oportuno recordar como el presidente Richard Nixon intentó poner coto al activismo judicial de la era Warren mediante el nombramiento de nuevos jueces conservadores para el Tribunal Supremo. Es cierto que varios de los magistrados propuestos por Nixon (fundamentalmente Harry Blackmun y Lewis Powell) hicieron gala de un conservadurismo moderado, pero el demócrata Byron White, que procedía del Departamento de Justicia liderado por Robert Kennedy, solía alinearse con los magistrados más conservadores.

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